Cuenta una leyenda de Jaén que un hombre joven llevaba a su padre al asilo porque no podía seguir haciéndose cargo de él. Lo llevaba sobre su espalda, cuesta arriba, por el barrio de la magdalena en dirección al hospicio.
A llegar a la fuente, lo dejó sobre una peña y se acercó a beber agua cuando se giró para preguntarle a su padre si quería agua vio que éste lloraba.
– ¿Porque lloras padre? Ya lo hablamos, sabes que no puedo mantener más bocas en mi casa.
El padre le contestó entre lloros:
– Porque yo también paré en esta fuente y dejé a mi padre sobre esta peña camino del hospicio.
El hijo se acercó a su padre, le besó, lo cargó sobre su espalda y regresó con él de vuelta a su casa.
¡Que bonito!,… y que interesante para que todos pensemos como se sienten las personas mayores, que a veces vamos tan rápido que no nos da tiempo a observar. Gracias por tu blog, acabo de descubrirlo y me encanta.
Gracias Patricia, yo tengo el tuyo en mis «feeds» desde hace algún tiempo. Me encanta!!
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