Todos los días, de camino al trabajo, paso por pueblos y bosques que invitan a detenerse y disfrutar del paraje.
Hoy me he desviado de mi habitual ruta para entrar en uno de ellos.
No, en este cementerio no están los padres de Harry Potter.
El recinto estaba cerrado así que sólo pude hacer fotos desde fuera.
Con lo que me gustan las iglesias románicas tendré que volver cuando esté abierta.
Esta distribución la he visto en otras ocasiones, el ayuntamiento separando ambas escuelas.
Y por último, un par de fotos de Bernay, la ciudad donde trabajo.
Y, cómo no, una para mi colección de incívicos…