Solicité el envío de un «nearcom», ese minúsculo aparato, mas pequeño que un capucho de bolígrafo, que aparece en la parte inferior de la fotografía. Venia en la cajita verde que a su vez reposaba sobre el manual de instrucciones (descargable de internet) y la gruesa placa de corcho gris. No hay nada mas.
¿Era realmente necesario tanto envoltorio?
Después nos preguntamos porqué generamos tanta basura.