un momento antes de tomar la foto, esta señora recogía las cacas de su perro.
Lo siento por mis amigos animalistas pero admítanlo: El problema de las mascotas en los transportes públicos no es de los animales, es de sus dueños.
Vivo en Francia, un país donde los animales viajan en los transportes públicos, entran en los comercios (salvo que se indique lo contrario) y tienen acceso a playas, centros comerciales e incluso a mi despacho, un espacio sanitario. ¿Y a que es debido?
Los animales son los mismo en Francia que en España pero parece que en la piel de toro aún falta mucha educación que impartir… A los dueños.
A menudo las asociaciones y protectoras de animales organizan campañas para permitir el acceso de las mascotas a los transportes públicos. Francamente, erran el tiro. Hasta que en España las personas no se comporten como cerdos es inconcebible que un perro viaje en un autobús o un tren.
Soy un amante de la naturaleza, siempre he vivido con perros, gatos, peces… Pero me parece una auténtica locura permitir que las personas con perros y gatos accedan a los transportes públicos y/o a los comercios con sus mascotas. Y ello por la sencilla razón de que la mayoría de ellos no han educado a sus animales.
Jaén, la ciudad española con más excrementos en las calles y de las más sucias
¿Se imaginan los trenes y los autobuses llenos de cacas de perro? Pues ese es el futuro que nos aguarda si algún día un gobierno decide dar ese paso. Veremos a los perros tumbados en los asientos de los autobuses porque su dueño se lo permite y a ver quien es el guapo que le dice algo. Tendremos perros ladrando y gruñendo a niños y mayores porque han tratado de ocupar el asiento contiguo al del dueño.
Así que sin ánimo de acritud, amigos animalistas os doy este consejo: Si quereis que vuestros animales tengan los mismos derechos que en (el resto de) países civilizados de nuestro entorno, emprended una campaña puertas adentro sobre educación de dueños de mascota. Las ciudades españolas son de lo más sucio que se puede encontrar en el continente. Abundan las cacas de perro, los perros violentos, los dueños violentos si osas decirle algo sobre su perro. Podemos ver perros haciendo sus necesidades en parques infantiles, sentados o tumbados en bancos públicos. Abundan los perros sin vacunar, sin desparasitar…
Los derechos de los animales están ahí. Pero recordemos que nuestra propia libertad termina donde empieza la del vecino.
El Noveno Mapache 