Dicen que el amor mueve montañas, que el amor todo lo puede ¿podrá la fuerza del amor mover montañas como dicen?
Pues sí, aquí estoy yo como testigo de que la fuerza del amor por una hija mueve montañas. Con cuarenta años, sin ánimo de aventura, sin una beca, sin un contrato de trabajo de expatriada, sin un futuro cómo el de los protagonistas de Españoles por el mundo, me lié la manta en la cabeza y me vine para Francia.
¿Por qué? Por encima de todo quería que mi hija tuviese un futuro.
Lo que más me dolía era ver que una mente tan despierta e inteligente como la suya, se viese condenada a no acceder a una educación digna, por el sólo hecho de que su madre no tuviese trabajo y que volviera a vivir lo que sus abuelos (inmigrantes en el 68) y su madre (parada en el 2010) habían pasado. Los abuelos habían emigrado para dar estudios a sus hijos, los hijos habían estudiado para dar un futuro a los suyos, y la historia se volvía a repetir. Todos habíamos hecho lo que debíamos hacer, pero las circunstancias se habían vuelto adversas y volvíamos a empezar.
Me marché en mayo de 2013, desde la meseta toledana hasta la montaña francesa. Mil seiscientos kilómetros, marcaban un nuevo inicio. Inicié el viaje sola, mientras me instalaba, buscaba trabajo y me hacía con nuestro número de la seguridad social francesa, ella terminaría el cole, pasaría el verano en España disfrutando de toda la familia. Sesenta horas de trabajo eran necesarias para obtener un número de seguridad social provisional que devendría con el tiempo en definitivo. Ese era mi primer objetivo. Cuando en septiembre me reencontré con ella, fue como parir de nuevo, nadie debería pasar por esto, el corazón se te rompe.
Mi hija, cuyo hilo me guía por este laberinto desconocido, cuyo valor es más grande que cientos de NOES, ella con nueve años lo dejó todo por ir con su mami a Francia. Ninguna ha derramado ni una sola lagrima en el camino, no hay camino que se te resista si te guía el amor por tu hija. Por tú futuro. AES.
la historia de Ariadna y Ana aparece en mi blog para visualizar esta otra emigración de la que no hablan los medios ni los partidos políticos españoles.
Si tú también quieres contar aquí tu historia deja aquí un comentario y te contactaré.
el amor de los hijos,eso si que mueve montanyas y … hasta paises!! Bss!! 🙂