Me llamo Trini, soy higienista dental, desde el año 2000 trabajando sin parar… hasta el 2011 que mi jefe en lugar de ganar 10 ganaba 8 y tenia que despedir a alguien porque tenia que seguir ganando 10 y como yo era soltera sin cargas, no me dejaba tan en la estacada.
Así empezaba mi calvario trabajando solo cubriendo bajas maternales, trabajando 10 horas, cobrando 800 euros y al hacer la declaración de la renta me salia a pagar 1500 euros, pase a hacer ya solo medias jornadas.
Al final ya ni encontraba trabajo y las ofertas eran trabajar 10 horas, con contrato de 3 a 2,5 € la hora, trabajar de 14h a 21h, de lunes a viernes por 350 euros al mes y si era buena me podían dar hasta 400… ni pagar el alquiler podía.
La situación se agravó cuando al hacer medias jornadas el paro me compensaba la otra media pero nadie me dijo que me restaba de los meses de paro, así que cuando ya no encontraba nada, NO TENIA APENAS PARO así que harta de todo cogí la maleta y mis ilusiones y el 11 de enero del 2013 me monté en el autobús dirección Avignon. Si alguien me dice que me iba a pasar esto a los 34, no le creo.
Me quedaba en casa de una chica a la que le pagaba 200 euros por dormir en el sofá, cuando vi que no entendía nada y que me iba a resultar muy difícil el idioma, mis esperanzas se vinieron abajo. La que me alquiló el sofá bebía y consumía drogas. Al mes y medio de llegar me encontré en la calle con la maleta y el frío de febrero, nunca había llorado tanto, nunca había sentido tanto miedo, ni tanta soledad. Llamé a una chica francesa que había conocido, de origen español y ella me acogió en su casa. Fui al paro y pedí un curso de francés porque no podía trabajar de nada ya que no sabia nada de francés. Me concedieron el curso remunerado pero seguía sin encontrar trabajo así que a finales de julio decidí que me volvía a casa, sin dinero pero con la cabeza muy alta porque yo lo había intentado. En la agencia donde saqué el billete, me dijeron si estaba trabajando, que buscaban a alguien para cubrir vacaciones y bajas…..así que el 2 de septiembre empecé. Quedó una plaza vacante y a Béziers que me fui….
La época en Béziers no fue fácil, pero me ayudó a adquirir unos derechos, a ahorrar y a mejorar con el idioma. Hoy trabajo en una clínica dental, con el presidente de la asociación de ortodoncia en Francia…
No ha sido nada fácil, pero lo que he aprendido en este país es que trabajar y ser constante te lleva donde quieres, cosa que en España es imposible. Que tener formación te abre muchas puertas, en España te las cierra (cuestión de pagar menos y eso). Valoran mi trabajo, mi formación y me bonifican por ello, en España era la chica que limpiaba el material y la criada del dentista… Que tu hogar es allí donde vives y tu familia es la que eliges. Echo de menos a los míos si, pero mis padres algún día no estarán y yo me quedaré con lo que yo he elegido para mi… Aquí solo cuento yo y mi bienestar porque quien siempre va a estar conmigo soy yo misma.
la historia de Trini aparece en mi blog para visualizar esta otra emigración de la que no hablan los medios ni los partidos políticos españoles.
Si tú también quieres contar aquí tu historia deja aquí un comentario y te contactaré.
Olé la Trini!! 😉 Bsazo!!
Valiente!!!!