El sábado pasado me puse mi mejor traje y me fui «de caza» con los amigos. Al llegar al pub de siempre allí estaba ella, tan altanera como siempre pero yo voy sobrao.
– La tienes en el bote,- me dicen los amigos, -mira como se hace la interesante.- Yo le dedico una ámplia sonrisa y ella gira la cabeza hacia otro lado.
Yo ya sé lo que me dirá porque sábado tras sábado desde hace 8 años me dice lo mismo: «que le gusta otro» pero yo sé que no es cierto, que yo soy el hombre de su vida y que antes o después caerá rendida a mis encantos.
Así que me acerco, le sonrío
«hola guapa, volvemos a vernos».
Ella suspira y mira hacia otro lado mientras murmura algo pero yo no la escucho porque no me hace falta. Sé lo que quiere oir, la agarro del brazo y se lo digo
«Vamos, salgamos de este garito de mierda. Te voy a llevar al lugar dónde va la gente guapa.»
Ella se suelta con un gesto brusco y me grita: «pues a mi, este garito de mierda me gusta y aquí es dónde está mi gente. Vete al pedo.» Se da la vuelta y desaparece entre la gente.
Yo sigo sonriendo, todos en el pub me mira y no voy a dejar que piensen que me ha dejado tirado.
«se hace la dura» pienso, «en realidad lo está deseando».
Vuelvo con mis amigos «Esta tía no sabe lo que quiere» les digo y ellos se ríen «Bah! Esto no es más que chusma! Vámonos a celebrar que no somos como ellos a un sitio en condiciones.»Dejamos el pub y a nuestras espaldas muchos nos miran.
Nos envidian, lo sé.
…
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