CuentosParaNoPubliCarlos nº13: El Afortunado

Aquí está el relato que presenté al Segundo Premio de Relatos Medievales, no ha sido seleccionado entre los finalistas, cosa que era previsible por otra parte 🙂 pero me apetecía participar y el año que viene también volveré a participar.

El Afortunado, CPNPC Nº13
Fue en el caluroso amanecer de un campamento de verano. Las moscas asediaban nuestros cafés y huyíamos del sol refugiándonos en la sombra de los quercus pues a las ocho de la mañana el calor era ya insoportable. Ake soltó un exabrupto sobre las moscas y a mi me vino a la mente la imagen de cientos de cadáveres cubiertos de moscas. Miré el valle que se abría ante nosotros y mi imaginación lo convirtió en el escenario de una reciente batalla. Mi imaginación fue más allá y una frase se abrió paso:

Santiago abandonó con desdén el escudo.

En un impulso irresistible abandoné mi café a las moscas y subi hacia las tiendas que se tostaban al sol, saqué de mi mochila mi libreta de cuentos y mi pluma y regresé al frescor de los árboles. De un tirón escribí el relato que mi imaginación hizo estallar a continuación.
Como siempre que escribo, no supe el nombre que tendría el relato ni su final hasta que lo concluí. Y así nació, en aquel paraje conocido como La Solana del Quemao, el día de Santiago Apostol de mil novecientos noventa y ocho, este relato.
El Afortunado fue el primero de varios relatos bañados en la oscuridad, que no en el pesimismo, que a veces rodea mis obras. Incluso pensé incluirlo en una nueva colección que creé adrede, Tierras Oscuras, pero que finalmente decidí reservar a otros menesteres.

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Una de soñadores: El metro secreto de NY

Gracias al blog de Cabovolo, conozco otra historia de un soñador que nunca consiguió llegar a la meta.
Una historia triste pero apasionante. Sigo pensando que si bien la historia la escriben los vencedores, son todos estos soñadores cuyos proyectos fueron un día hito los que hacen avanzar la humanidad antes de caer en el olvido. No lo podemos evitar, somos una raza desagradecida.
No os la perdais:
http://www.cabovolo.com/2009/06/el-metro-secreto-de-nueva-york.html

la felicidad se teje con invisibles hilos de memoria

Muchas veces se habla de la memoria usando como símil la de los peces o la de los elefantes. ¿No es posible que los peces tengan memoria a corto plazo por su escasa visión mientras que los ojos de los grandes paquidermos abarcan mucha más superficie?

La memoria está fuertemente unida a la felicidad. Aquellos de entre nosotros que olvidan fácilmente los hechos de nuestro andar por el mundo consiguen una felicidad quebradiza que debe ser remendada constantemente, a veces a costa de mentiras o verdades forzadas. Sigue leyendo

Devolvednos nuestra bandera

Gracias al autollamado deporte rey, el futbol, millones de españoles gritan orgullosos su nacionalidad tras la victoria de nuestro pais en la Eurocopa.

No deja de ser curioso como el orgullo patrio es algo que últimamente sólo manifestamos con los deportes. En otras áreas de la vida, incluso tomando unas cañas, decir «estoy orgulloso de ser español» es conseguir automáticamente la etiqueta de facha.

Los españoles tenemos verguenza de serlo, por lo menos los españoles de izquierda y los que sin serlo no comulgan con los políticos de derecha. A mi personalmente me revienta que se use la bandera de España en los actos partidista o en aquellos que van en contra de una parte de nuestra sociedad.

Gracias a los dioses está el futbol. El futbol que nos une (a mi no que no me gusta) a todos (o casi) los españoles bajo una única bandera y ya no nos da verguenza decir que somos españoles ni correr por la calle con una bandera de nuestra patria.

Ay que sería de las naciones sin el deporte…

El Orgullo nos pierde

El ser humano nunca hace las cosas todo lo sencillas que podría. Siempre debemos complicarlas para sentirnos realizados y sin duda alguna, el aderezo favorito a nuestras acciones es el orgullo.El orgullo, esa rigidez en el timón cuando todos los navegantes nos aconsejan un cambio de rumbo.

Este «todo va bien» cuando tu mundo se derrumba.

La sordera ante las voces amigas que claman nuestro nombre.

La ceguera que no quiere distinguir la luz al final del tunel.

Todos los capitanes hundidos en vano junto a sus barcos por no hacer caso de sus contramaestres.

Todos los soldados muertos por una orden precipitada.

Todos los árboles que caen en el bosque sin que nadie los haya visto florecer.

Todas las estrellas que brillan en el fondo de oscuras cuevas.

Cuantas experiencias, vidas, proyectos, sueños, se duermen en el olvido eterno por no dar un paso atrás, por no ceder el timón, por no ver esta vía de agua, por no querer bajar del podio cuando sabes que ya no puedes ganar esa carrera.